No recuerdo mucho en que pabellón estaba porque el Coronel Calonje, nos cambiaba
de pabellón a cada rato, debido a que lo pintábamos y cuando acabábamos nos
pasaba a otro así pintábamos ese también.
Durante el año 1972 llegan 5 muchachos al penal eran del Ejercito
Revolucionario del Pueblo (E.R.P.). Eran los que pusieron bombas en Trelew.
El jefe de ellos era un tucumano se llamaba Augusto Federico Sánchez Sosa. Como
castigo lo pusieron en pabellón de los TJ, aislado o sea encerrado justo frente
a mi celda, entonces comencé a hablar con el a través de la puerta, sin poder
vernos, le pase literatura y comenzamos a estudiar (el libro La Verdad…) a los
tres meses lo conocí, porque cada vez que lo sacaban no estábamos en el
pabellón, así nos dimos un abrazo, pues estudiábamos casi todos los días (creo
que hice el auxiliar esos 3 meses) como con el tiempo le dejaban la celda
abierta hasta concurrió a algunas reuniones.
Llegó el día que le hacían el juicio y se negó ponerse el uniforme militar,
aludiendo “motivos de conciencia”, en unos fines de semana lo visitaron
su mama, la novia y una hermana.
Les predicamos y dejamos literatura y comenzaron a estudiar allá en Tucumán.
Luego durante la presidencia de Cámpora, al principio del 73 dio amnistía
política y el salio libre. No supe más de ellos ya que en 1976 vino la
proscripción y perdí todo contacto.