Objetores de conciencia en Argentina

Relatos: La incorporación

“El subversivo.”
FERNÁNDEZ, Martín, Clase 1950.


No recuerdo mucho en que pabellón estaba porque el Coronel Calonje, nos cambiaba de pabellón a cada rato, debido a que lo pintábamos y cuando acabábamos nos pasaba a otro así pintábamos ese también.

Durante el año 1972 llegan  5 muchachos al penal eran del Ejercito Revolucionario del Pueblo (E.R.P.). Eran los que pusieron bombas en Trelew.

El jefe de ellos era un tucumano se llamaba Augusto Federico Sánchez Sosa. Como castigo lo pusieron en pabellón de los TJ, aislado o sea encerrado justo frente a mi celda, entonces comencé a hablar con el a través de la puerta, sin poder vernos, le pase literatura y comenzamos a estudiar (el libro La Verdad…) a los tres meses lo conocí, porque cada vez que lo sacaban no estábamos en el pabellón, así nos dimos un abrazo, pues estudiábamos casi todos los días (creo que hice el auxiliar esos 3 meses) como con el tiempo le dejaban la celda abierta hasta concurrió a algunas reuniones.

Llegó el día que le hacían el juicio y se negó ponerse el uniforme militar, aludiendo “motivos de conciencia”, en unos fines de semana lo visitaron su mama, la novia y una hermana.

Les predicamos y dejamos literatura y comenzaron a estudiar allá en Tucumán.

Luego durante la presidencia de Cámpora, al principio del 73 dio amnistía política y el salio libre. No supe más de ellos ya que en 1976 vino la proscripción y perdí todo contacto.