Esos cuatro años en prisión…
CHIMENTI, Salvador, Clase 1961.
En mi caso particular venía del divorcio de mis padres y del rechazo de mi
familia, si bien es cierto al momento de incorporarme estaba viviendo con unos
hermanos, sin embrago llegué a conocer lo que es dormir hasta en algunas plazas
o en algunos vehículos viejos que estaban en la calle.
En realidad fui a la incorporación un poco resentido. Sin embargo recibí mucha
ayuda de mis compañeros ahí en la prisión de Río gallegos.
Puedes desahogarme contándole todo y varios de ellos siempre estaban dispuestos
dame una mano.
Esos cuatro años en prisión me ayudaron a madurar especialmente en sentido
espiritual…
Realmente no me arrepiento en ningún momento de haber mantenido esa postura.
Veía todos los días la mano de Jehová y el cariño de cada uno de los hermanos.
Si bien es cierto que en todas las congregaciones somos como una familia, sin
embargo consideró a mis hermanos expresos como algo más de la familia. Son parte
de la vida de uno, son un pedacito del corazón.
Así que en realidad, si bien es cierto pasamos experiencias dolorosas, sin
embargo no fueron negativas.
El amor de Jehová y el amor de nuestros hermanos es impagable en casos como
éste.