Los ex combatientes...
PONCE, Carlos Alberto, Clase 1961.
Hoy 2 de Abril, en los medios se recuerda a soldados que pelearon por una tierra
lejana en el mar y que el país se los considera héroes por dar su vida.
Este día me hace acordar, como me crucé en la vida con muchos de estos soldados
excombatientes allá por junio de 1982.
Para ese entonces estaba en el Penal de Magdalena. Me había enfermado, y mi
salud mental había sido afectada, hasta el grado que necesité tratamiento
psiquiátrico.
Por ello fui trasladado al Hospital Militar de Campo de Mayo. Allí compartí sala
con soldados y oficiales excombatientes a los que la guerra les había dejado mal
su salud mental y emocional. Había jóvenes sin manos, brazos o piernas, esto fue
conmovedor.
Estando internado allí, me enfermé de los pulmones, y como nadie me atendía
estando postrado en la cama comencé a toser y despedir flema por boca y nariz.
Al no poder movilizarme por mis propios medios y sin atención de los enfermeros
y médicos, comencé a pedir ayuda y a orar a Jehová en voz alta.
Para mi sorpresa todos los excombatientes internados conmigo en la sala,
comenzaron a enojarse para que me atendieran. Varios empezaron a reclamar "hemos
visto morir a muchos de nuestros compañeros, no podemos escuchar el sufrimiento
de este compañero", incluso algunos llegaron al extremo de romper vidrios de las
ventanas. Por eso algunos oficiales allí internados consiguieron una silla de
ruedas, y me colocaron en ella, y me llevaron entre varios, pateando puertas y
exigiendo que me atendieran.
Por eso tengo un buen recuerdo de ellos, Jehová movió sus corazones y me
atendieron, me aislaron en una pieza solo, me colocaron por intravenosa, varios
frascos de penicilina, y con el paso de los días logré recuperarme.
Cuando desperté después de ese mal momento, encontré a dos ancianos de mi
congregación, frente mío, que me consolaron y estimularon.
¡Cuanto le agradezco a esos hermanos en la mano del gran maestro! Pero
también recuerdo a esos excombatientes por mostrar su preocupación para que me
atiendan. Aprendí que aunque parecía que estaba solo, fui cuidado por Jehová, y
que el usa cualquier medio para salvarnos.