Experiencias de cánticos en el Penal...
DINOTO, Oscar Rubén, Clase 1955.
Esto sucedió a principios del año 1980, recuerdo que un día de visita nos
inventaron una falta y con las visitas en la guardia externa que vimos por la
ventana nos encerraron en las celdas a todos.
No recuerdo el numero del pabellón era el último o penúltimo de la derecha bajo.
Los familiares se tuvieron que ir y nosotros empezamos a cantar cánticos al
unísono, recuerdo que Iarussi tenía voz potente y le seguíamos, el gendarme de
guardia entró a los gritos pidiendo silencio y la respuesta fue cantar más
fuertemente aún, querían humillarnos y que lloremos por no ver la tan ansiada
visita y la respuesta fue una sucesión de cánticos gozosos que nos ayudó a
superar el momento triste.
También recuerdo cantar cánticos al compás del secador con los trapos de piso en
el largo pasillo que trapeábamos cuando nos levantaban a la noche.
En verdad los cánticos fortalecen y no había nadie con cara triste excepto la
del perro Suárez y sus secuaces al no poder doblegarnos.