Objetores de conciencia en Argentina

Relatos: Literatura

IPFFAA: "No teníamos hambre, ni sed". (Isaías 49:10).
CICCHITTI, Jorge Omar, Clase 1959.


A partir de la proscripción decretada por la Dictadura Militar el año 1976, los Testigos de Jehová en el IPFFAA (Magdalena) sufrimos algunos cambios que involucraron requisas periódicas, confiscación de cualquier literatura bíblica que tuviéramos incluso la Biblia, recrudecimiento en los controles y maltratos, prohibición estricta de reunirnos o hablar entre nosotros o con otros internos sobre temas bíblicos.

Esto originó que, de un día para otro, no pudiéramos tener ni leer ninguna literatura o juntarnos mas libremente para las reuniones como en otros años.

Debido a la importancia y necesidad de obtener el alimento espiritual y reunirnos un grupo de hermanos ideó un sistema clandestino para el ingreso y distribución del alimento espiritual.

Además se hicieron arreglos para reunirnos en grupos mas pequeños con medidas de seguridad extremas para no ser detectados y castigados por las autoridades penales.

La congregación dentro del penal dependía de la congregación La Plata Este. En mi época el Cuerpo de Ancianos de esa congregación había asignado al hermano Roberto Fernández como encargado de los asuntos relacionados con nosotros. Por medio de ellos la sucursal nombraba hermanos para que llevaran la delantera dentro del penal y sirviéramos de nexo con el exterior.

En cuanto al ingreso clandestino de literatura se asignaba a ciertos hermanos para que, usando el método que creyeran conveniente y a su propio riesgo, ingresaran las publicaciones necesarias. Por medio de ellos entraban al penal libros, revistas y demás publicaciones para el estudio personal y el desarrollo de las reuniones.

Generalmente los libros se dividían en fascículos y se les sacaban las tapas duras para facilitar poder ser escondidos en el cuerpo o entre las pertenencias de los que, por buen puntaje, podían salir en salidas transitorias de fin de semana.

Estos valientes hermanos se veían expuestos a una exhaustiva requisa al ingresar al penal y de ser descubiertos, a severos castigos además de no tener el beneficio de las salidas para ver a sus familias.

Jehová siempre nos cuidó y este flujo constante de alimento espiritual nunca se cortó a pesar de las épocas más difíciles.

Una vez que las publicaciones eran ingresadas a los pabellones hermanos asignados las recibían y se encargaban de copiar a mano y en fino papel las copias necesarias para distribuirlas entre los demás hermanos.

Para ese tiempo la congregación estaba dividida en pequeños grupos de 8/10 hermanos que tenían asignados a un encargado de grupo.

También se asignaban a hermanos encargados de seguridad y otros para distribuir las publicaciones. Cuando llegaba un material nuevo (texto del día, artículo semanal de La Atalaya) estos hermanos se encargaban que cada miembro del grupo tuviera disponible el material de estudio por un tiempo determinado, el cual era pasado luego a otro hermano hasta que todo el grupo lo había leído y estudiado.

Por cuestiones de seguridad no se permitía hacer copias del material más allá de las asignadas que luego eran recogidas por el encargado y guardadas o eliminadas según la necesidad.

Cada hermano disponía en su celda de algún lugar como escondite para estas valiosas posesiones. Estos podían ser algún doble fondo de cajón o placard, en el interior de puertas huecas, en una perforación hecha en las patas de una mesa o silla convenientemente camuflada o cualquier otro hueco que se nos pudiera ocurrir y servir al efecto.

Además de esto los encargados de seguridad y publicaciones tenían en los pabellones o algún otro lugar estratégico el acopio de los originales para realizar las copias necesarias.

Con el tiempo llegamos a tener una “biblioteca” clandestina con abundante alimento espiritual disponible para todos. Jehová nos acompañó, cuidó y ayudó en esos tiempos difíciles por medio de los arreglos de su “Esclavo Fiel” para siempre tener el abundante alimento espiritual para estar fuertes y afrontar las pruebas.